“Los coches, colgados en las paredes como cuerpos suspendidos, revelan sus entrañas.”





Mirada Oblicua



"Mirada Oblicua"

Este proyecto ofrece una mirada inédita y casi anatómica al mundo del automóvil, revelando sus entrañas con una perspectiva que transforma la mecánica en arte y la ingeniería en poesía visual. Los coches, elevados a la categoría de objetos artísticos, aparecen colgados en las paredes como si fueran cuerpos suspendidos en un estado de disección simbólica, exponiendo su estructura interna con una precisión quirúrgica.

El acto de fotografiar la parte oculta de los vehículos y presentarla en gran formato nos invita a un ejercicio de descubrimiento y contemplación, donde las líneas de los tubos de escape, protecciones y depósitos se convierten en un trazado casi orgánico, como si observáramos radiografías mecánicas de seres vivos. La estética industrial se funde con la fragilidad de un esqueleto, con los nervios y vasos de una anatomía metálica que se asemeja inquietantemente a nuestra propia estructura corporal.

La elección de coches de alta gama y clásicos añade un diálogo entre el lujo y la memoria, entre la potencia y la historia, situando en un mismo espacio Ferraris, Bentley, Maserati y Aston Martin junto a Biscuter, Isetta y Seat 500. De este modo, la pieza artística no solo revela lo que normalmente permanece oculto, sino que también desafía la percepción tradicional del coche como símbolo de estatus, mostrándolo despojado de su fachada elegante y expuesto en su verdadera esencia funcional.

"Explorar la parte oculta de los coches es también un ejercicio de descubrimiento sobre nosotros mismos."

A nivel conceptual, el proyecto nos interpela sobre lo que elegimos mostrar y ocultar, tanto en la mecánica como en nuestra propia condición humana. Al igual que los coches esconden su estructura vital bajo una carcasa pulida y brillante, nosotros también vestimos capas de protección que disimulan nuestra vulnerabilidad. Así, esta serie fotográfica se convierte en una metáfora visual de nuestra propia anatomía emocional, de la necesidad de mirar más allá de la superficie y de atrevernos a descubrir aquello que a menudo preferimos ignorar.

Esta obra no es solo un retrato de la mecánica oculta de los automóviles; es una exploración visual sobre la materialidad, la fragilidad y el misterio de lo que hay bajo la piel de las cosas, sean de hierro o de carne.

En definitiva

Este proyecto trasciende la simple observación mecánica para convertirse en una exploración visual y conceptual sobre la relación entre forma y función, apariencia y esencia. Más allá de su estructura industrial, los coches revelan una anatomía inesperadamente orgánica, casi humana, donde sus tubos, depósitos y protecciones recuerdan venas, órganos y huesos. Su posición suspendida, como si estuvieran atrapados en un instante de disección, nos obliga a mirar lo que normalmente permanece invisible, a cuestionar nuestra propia percepción de lo que es estético y de lo que es funcional.

Es un ejercicio de descontextualización que transforma objetos de deseo y poder en paisajes íntimos y frágiles, invitándonos a ver más allá del metal y a reflexionar sobre lo que, en el fondo, todos escondemos bajo nuestra propia carcasa.

Redes sociales